Crea sus obras en crochet que experimenta como una forma de meditación y otración. A través de esta técnica representa Mogus y otros personajes marinos llenos de expresividad y color.
En 2014, Mulyana convivió con una comunidad en la aldea de Sorogenen con varios miembros transgénero, a diferencia de en el resto del país, esas personas son bien aceptadas por el resto de sus vecinos. Durante este tiempo el artista produjo esculturas suaves con su estilo característico.
Si bien Mulyana dice que no se propuso hacer abiertamente una obra sobre el género y la sexualidad, en sus elaboradas y suaves esculturas, es posible leer un intento de negociar la fluidez de los cuerpos y la identidad, flotando en mares invisibles, cada uno con sus deseos individuales pero anclados entre sí.
Los corales de Mulyana representan el deseo de ir más allá de las etiquetas arbitrarias que nos devalúan como seres humanos; a favor de una identidad útil, de múltiples brazos y de múltiples géneros que pueda contribuir a la vida de nuestros semejantes.
Vía: This is colossal
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